sábado, 24 de junio de 2017

Delicias oníricas

Soñó que toda la familia se había reunido en el comedor para conocer a la nueva mujer de su tío, que estaba notoriamente embarazada. Después de los abrazos y besos de rigor, la mujer rompió aguas y  parió un cochinillo horneado que pusieron sobre la mesa y empezaron a comer. «Qué práctico esto, ¿no?», dijo una de las niñas. La abuela le lanzó una mirada recriminatoria y le recordó que era de mala educación hablar con la boca llena.

1 comentario:

Microalgo dijo...

Bof. Si Freud levantara la cabeza.